PIOLIN DE MACRAME (FLORENCIO ESCARDO)

Por ahí, dice alguien que esta ya cansada de que todos hablen de amor.
Bueno, creo de debes acostumbrarte, es un tema que ha sido tratado en todos sus aspectos y se seguirá tratando aún mucho mas.... Relájate y goza.
¡OH, EL AMOR!
Una amiga sutil me envía este ¡Oh!. Sutil y desconocida. Se llama sutil y desconocida. Se llama sutil a una amiga que nos admira. Y a un amigo de quien aprendemos los buenos chistes. Que luego repetimos como propios. Y cobramos como propios. También en los chistes la propiedad es un robo. Mi colaboradora se ha metido con el amor. Supongo que el amor también se habrá metido con ella. Aunque el amor desconfía de los inteligentes. Porque se hacen los inteligentes con el amor. Cuando lo realmente inteligente es hacerse el burro. Es decir, el inteligente con cara de todo lo contrario. Yo tuve un profesor son cara de bruto. Y que sin embargo lo era. Pero mi colaboradora es, sin duda, verdaderamente inteligente. Porque me admira. La admiración es un amor intelectual. Casi siempre ejercido por tontos.
I
-"El amor es un deporte de invierno. - ¿También el mío? – Contigo no es un deporte: es un trabajo.
Cada uno define el amor según su temperamento. O su falta de temperamento. Y lo utiliza para una serie de cosas. Literatura. Poesía. Entretenimiento. Negocio. Matrimonio. Y hasta para amar. A veces.
Se llaman amor las sensaciones que nos hacen encontrar adorable a una persona. Que los demás consideran atroz. Casi siempre. Y soportarla. Nosotros. Y hacernos soportar. Que tampoco es grato. Frente a alguien nuestros defectos aparecen duplicados. Y necesariamente tenemos que verlos. Es como si se multiplicaran por dos. Porque tienen su volumen natural y el que les agrega el comentario. Y las virtudes no se cuentan. Porque se suponía que tendríamos mas.
II
El amor es eterno. Lo dicen los clásicos y es inculto dudarlo. Lo que cambia es el sujeto. Se vive en permanente estado de amor. Cuando no sabemos a quien aplicarlo, nos sentimos fracasados.
También dicen los clásicos que el mas intenso es el primer amor. Pero es que cada vez creemos que es el primero. Y lo decimos. De modo que no mienten los clásicos. No nosotros. Amamos mientras parecen verdad mentiras como esta. Luego no dejamos de amar. Dejamos de creer. Que es lo mismo. De creer esas mentiras. Pero creemos otras. Es decir, Volvemos a enamorarnos. A veces de la misma persona. Que en realidad sirve de pretexto para dar salida a sentimientos propios. Que no pueden salir sin pretexto. Como algunos maridos. Y casi todas la mujeres. Aunque nadie se lo exija. Lo hacen para sentirse tiranizados. Que es otra de las causas por las cuales buscamos el amor. Porque nadie sabe qué hacer con su libertad. Por eso las mujeres cultivan el prejuicio. Los hombres vulgares los negocios. Y los selectos el pensamiento. Necesitan sentirse prisioneros. De la murmuración. Del horario. O de una idea. Los pueblos, más sencillos, prefieren darse malos gobernantes. Así poseen un dictador para todos. Casi siempre legalmente elegido.
III
En amor siempre se persigue la victoria. Que a veces consiste en que nos derroten. Pero no vence el mas fuerte. Ni el mas débil. Ni el mas apasionado. Vence el que extrae de la presencia y de la ausencia bastante ilusión como para llenar el propio espíritu. Y la propia soledad. Irremediablemente y definitiva. Eterna.
Cuando un hombre dice "Te Amo", piensa en conquistar alguna mujer. Cuando una mujer dice "Te Amo", piensa en casarse. Aunque sea con el que la escucha. Para ambos el amor es idéntico de forma. Lo que varía es la finalidad. Que unos y otros concluyen por alterar.
IV
La costumbre pasa por enemiga del amor. Y es su verdadera aliada. Porque el amor sería insoportable si no nos habituáramos a él. Vivir pendientes de una llamada telefónica. O del cartero. Aprender a distinguir una manera de tocar el timbre. Tales tareas impone el amor. Lo cual es realmente fastidioso. Pero tolerable si pensamos en las enamoradas de antaño. Que traducían la presencia del novio por las pisadas de su caballo.
Hay el amor teatral. Que no siempre se desarrolla en un escenario. Es el que se nutre con grandes declaraciones epistolares. Amor de papel "maché". Y el amor tímido. Que no se nutre con nada. Y el amor romántico. Que vive al amor de la luna. Y muere de avitaminosis. Y el amor leal. Que cultivamos secretamente. Para poder seguir burlándonos de los enamorados.
V
Yo no sé nada del amor. Es decir, estoy en estado perfecto de aprendizaje. De comenzar el aprendizaje. Así me limito a transcribir lo que me manda mi admiradora incógnita. Lástima que sea tan corto. Y me haya obligado a agregar estos pedazos. Cabeza y cola. Como para hacer una sirena de una mujer cualquiera. Sépase sin embargo que yo soy un enamorado. Un enamorado del ocio. Como todos los trabajadores. Pero que agradezco los regalos. Aunque sean un poco corto.